Es una cosa muy triste

Nadie dice nada ahora
y nadie come  o toma,
no hay nadie que baile aquí,
ni siquiera hay un silencio
que llegue hasta perturbarnos
este fuerte aroma a muerte
que dejan estos demonios
vestidos en desvergüenza;
con gran crueldad y pasión
para destruir tantas vidas
que solían caminar
sanamente por parejas
entre cien lunas y soles
carcomidos por los días
en lugares de labriegos
que en horas oscuras viajan
sobre cuerpos del delito
y hacen de los mil fantasmas
unos payasos chiquitos
hipnotizados, creyentes
de un Dios que ayer los cuidaba.
Es una historia de vida
que arrancaron a pedazos
en seco y a guadañazos  
sin motivos comprobados
para continuar amando
y no morir hasta el día
en que lo digan sus amos
que dirigen sus destinos
porque les vive pagando
con dinero y con la sangre
que arrebatan de los seres
más inocentes del mundo,
no hay niños ni hay mujeres
ni hombres que se salven
de los ingratos deseos
de tantos demonios fuertes
armados de hasta los dientes,
amorosos en su cuna
pero que han crecido tanto
que se elevaron entre hielo
olvidando que un día su alma
antes de venderla al diablo
era una alma muy buena
y sin embargo se mueven
matando ahora mil vidas
que han pecado de pronto
por estar enfrente un día
de estos desalmados
que no aman ni a nada odian
tan solo tienen memoria
para desgarrar la dicha
de haber nacido algún día.

Con gran maestría esboza tu pluma
impecables versos.

Gracias por la visita, muy amable, Un abrazo enorme.

Gracias igualmente.