Lluvia negra

Cómo llueves por dentro, mujer de esperanza anegada, mientras la soledad, que te humedece el cuerpo en su mejor punto y seca tus palabras con fríos fuegos de silencio, te espera tendida en la cama de la noche sin estrellas ni sonrisas para hacerte su amante otra vez.
¿Dónde habrán quedado los soles que incendiaron un día la rosa de tu sexo, plantando semillas de concupiscencia en las lunas de tus pechos? ¿Qué habrá sido de la espada que cortó de un solo mandoble los inocentes sueños de tu corazón de niña princesa, e instaló en su lugar la hoguera de placer propia de una mujer?
Si, hoy llueve, como tu luz sobre mi, y cada gota tuya pareciera pintar con su cándido resplandor la epidermis de mi alma, desapareciéndola de sombras, colándose profundamente en cada latido de mi corazón, limpiándolo de angustias. Así quisiera lloverte mi amor: como perlas que realcen la belleza de tu alma solitaria y desconsolada, y hacerla brillar por siempre...
Pero tu mirada de perpetuo luto no sabe de nuevos horizontes, clavada en la lejanía de un punto siempre vacío, de una ausencia siempre presente, esperando que ese sol que alguna te vistió con las galas de lujuria de su calor vuelva a salir por ti, y bañe con su fuego viril cada milímetro de tu piel - intacta de otro - hasta convertirte en llama viva de espasmos y aguas.
Pero cada anochecer tu cielo vuelve a vaciarse de estrellas y lunas felices, y vuelves sola al abismo de tu cama, y tu cuerpo devorado por las sombras de un amor fenecido se encierra en su dolor de manos ausentes y besos negados, y tus ojos de mar triste rompen en olas de llanto y desesperación, y así, sobre un colchón mojado por los recuerdos que te desgarran, te duermes. Lloviendo. Y yo, que te observo desde la distancia de mis miedos y mis silencios, anhelando con locura ser la tierra que recoja tus lágrimas y pueda mostrarte que la más bella flor puede nacer de tu soledad y mi amor por ti, me recuesto en otra cama-abismo de tristeza, y sueño contigo, también lloviendo.

 

Lluvia Negra...Cuanta soledad y sentimientos empapados en cada tramo de tus versos.

Ha sido un placer leer tu talento seducido bajo el candor de pluma en tinta azul que bosqueja finamente la poesía.

Un placer tenerte en este Manantial donde los poetas como tú refrescan el alma con sorbos de Poesía.